Mujer, mi ser amado, por la que doy mi alma y corazón.
Por ti entrego todo lo vivido y las vivencias que vendrán.
Eres luz, guía y soporte, en mi camino y mis travesías.
Contigo lo tengo todo, pues eres el néctar que me alimenta.
En tu mirada encuentro alivio a mis punzantes dolores.
Tu sonrisa calma mi partido y desesperado corazón.
En tus caricias está el calor que mi cuerpo necesita.
Vuelve a ser mi amada compañera, esposa y mujer.
Que tu corazón frío sienta de nuevo el calor del mío.
Regresa, ven a mí y seamos uno solo de nuevo.
G3