Me llevas a vivir una aventura paradisiaca,
como esa de viajar por tus fronteras,
recorrer palmo a palmo todos tus rincones,
anegarme en las aguas de tus mares…
Inicio la travesía bajo el rojo crepúsculo
que nos tiñe de amor y pasión;
los segundos se retardan involuntarios,
al compás de lo que capturan los sentidos.
Me lleno de ti y no puedo saciarme…
Y regreso nuevamente a esa aventura
para embriagarme de tu fragancia
y vestirme con tu piel abrigadora…