Marcelo López

A la orilla del río

Mi mano tomas con cariño

Y así te guío

Caminamos a la orilla de ese río frío

Tomas una roca y la lanzas tal pelota

A la profundidad llega

Pero eso no te frena

Tomas algunas más

Y decides probar

¿Cuánta agua nos habrá de mojar?

A la fuerte corriente le acompaña un viento ligero

Donde la ligereza no significa haya dejado de pegar

Sin embargo, nuestros cuerpos no paran de jugar

Pero al tiempo gritan por calor encontrar.

Decidimos continuar con el camino

Las aves provenientes del norte atestiguan nuestros gritos

Nosotros no paramos de admirar

La libertad representada en esas agraciadas aves

Cuando llegan a bajar

Sus cantos escuchamos

Y después de un rato

Decidimos retiramos

Para irnos a descansar

Al calor de nuestro hogar.