polonius

Mi remedio

Bajo la brisa que empapa mi candor errante

silbo nuestra tonada, aquella que cambiaba

palabra por silencio en regio estardante brillante

de jauría que persiguen al impulso del alba

alimento de alimañas empeñadas en corromper

ponzoña de mentes donde habita la vil ignorancia

centrada en comprender los hábitos de sorprender

al mismo cinismo en combate con la gracia

del donaire que impregna los desaires del castigo

infringido por todo aquel  que se considera indigno

de repetir por cien mil veces yo te maldigo

hijo de la gran puta, puta es tu estirpe, tu signo

es la cruz que conlleva toda contienda del ser

que deja entrever colmillos de ajos y láminas

de hiel. Son tantas las corduras de querer

entrever corazón en razón, sien en locura sin más

donde las partidas dejan rotas las porciones

de nombres callados por mares que cubren

los nombres del caos, lejos de acallar las nociones

y las raciones de alimentos que por doquier sobran

para ser entregadas a Dioses que nos miran

por encima del hombro y dejan pulcra suciedad

que limpian los versos atormentados que riman

de par en par en una composición sin notoriedad

para ser tomada más en serio que un sepelio

para ser tomada más en broma que un trapecio

para ser tomada como lo que es, un remedio.