¿A cambio de qué mis alegrías,
mi sueño, mi inquietud, mi calma;
lo mejor de mis fantasías
fueron a parar a tus manos?
¿Por qué resultaron vanos
los sentimientos de mi alma?
¿A cambio de qué la brisa
borró una historia como ésta?
¿A dónde fue a parar tu sonrisa?
¿Por qué nuestras manos no están juntas?
¿Quién contestará mis preguntas?
Mil preguntas sin respuesta.
¿A cambio de qué en mis dedos
se quedó la rosa mustia
esperando que un día tu miedo
de tu vida al fin se apartara
y que al final transformaras
en júbilo mis angustias.
¿A cambio de qué mi llanto?
¿Por cuál razón me enervo?
¿Para qué quererte tanto?
si sólo supiste hacer daño,
sólo conjugaste el engaño.
¡Y yo nunca conjugué ese verbo!