Por ahí se rumora que vives llorando
y no tengo idea de qué está pasando,
porqué son ingratos y malos amigos,
se burlan de todo lo dicen testigos
y para colmo van por ti preguntando.
Yo deseo que nunca tú andes sufriendo,
que tus agonías no sigan de estruendo,
que para tu gloria tendrás dos salidas:
con la primera sanarás las heridas
y con la segunda, lo que andan diciendo.
Cuando salgas del abismo tan frustrado,
ya no sigas por lo mismo que has llorado;
toma un rumbo diferente por despecho,
en tus manos va la dicha con derecho
tú no puedes sufrir más de lo acordado.
Cuidar a una mujer, igual que una rosa;
mientras la cuidas se vuelve tan hermosa,
si la desprecias, para siempre la pierdes,
la orla se estira si están las hojas verdes
y si tú la besas es firme y dichosa.
Tus ojos emigran el llanto sincero
y con catacumbas yo pongo un letrero
en donde dice: ¡qué injusta trayectoria,
sal de los infiernos y ven a la gloria!
Yo espero con ansias decirte, ¡te quiero!
Samuel Dixon [16/03/2022]