La Nada
Cuando ya no exista nada
la nada será el olvido.
Que a la luz de tu mirada
siga el amor encendido
y la voz de tu llamada
sea todo lo que pido.
Ese fuego no extinguido
es potencial llamarada
si sabemos que cupido,
volverá de madrugada,
tal como un recién nacido
no nos llega de la nada.
La subida es empinada,
es la vida en plena gloria,
si al final de tu jornada,
saboreas tu victoria.
Nada y victoria, una espada,
por sus dos filos, notoria.
La espada desenvainada,
guarda secretos consigo,
va trotando por la estrada,
otorgándote un abrigo,
si la vida acelerada,
torna la nada en fustigo.
Malen Tendido
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