Un millón de amigos (Soneto melódico)
Renunciando a la envidia y la maldad
yo quisiera un millón de los amigos
que me cubran mis faltas sus abrigos
y querer mis afectos de amistad.
No molesta el tamaño ni su edad
ni me importa que puedan ser mendigos
ni deseo que se odien enemigos
que tampoco pretendo su piedad.
Solo pido me ayuden en problemas
como yo les tuviera que ayudar
que coloquen sus hombros como gemas.
Esas joyas tan grandes de apreciar
como son amistades tan supremas
que de amigos se puedan disfrutar.