Mujer, amada, no lo dejes de querer.
Tú eres su dueña, su amor y sufrirás.
Él no tiene otro cuerpo para querer.
Lo verás suplicar y eso te va a doler.
*-*
Tú sabes que ese hombre te ama,
Sólo por ti, no lo dejes de querer.
Bésalo y amalo, con él, vete a la cama.
¡Mucho sufrirás, si lo dejas de tener!
*-*
Tu corazón sólo respira ingratitud,
con un amor que te dio todo su Ser.
Estás procurando su triste ataúd.
Recuerda que, para él, eres su mujer.
*-*
En este día la locura tomará tu vida
y escucharás su corazón suplicante,
pero, tu alma que, el odio anida,
le dirá, sin compasión: Adelante.
*-*
La vida tiene una ida y una vuelta.
Hoy desprecias este cándido amor.
Nunca, por los cielos, serás absuelta
y te enfrentarás a la culpa y al dolor.
*-*
¡Por tu bien y con amor, yo te lo digo,
no lo dejes, que Él, no es un mendigo!