Pienso, pienso, pienso en ti
como mi auténtico amor,
como esa perenne flor
como un loco frenesí;
contigo pude sentir
la más vibrante ilusión,
que llenó mi corazón
del anhelo de vivir;
eres magia celestial,
la emoción que perdura
como el gozo ideal,
como esa entrega rotunda,
dulce manera de amar,
siempre sincera y profunda...