En la vida de una mujer siempre hay un hombre así como en la vida de un hombre siempre habrá esa mujer .
En cada amante, siempre hay posesión, lujuria y pecado
Y en cada poeta, siempre hay un niño secando los pechos de la creatividad
No te engañes mi Hada en cada poema siempre asoma la fragilidad.
Siempre traiciono a mi alma en las madrugadas azules entregándome a ti mojando mi mano, me pierdo en tu manto desnudo oyéndote gemir, me derrito y vuelo llorando de vuelta a mi País.
Después debajo del cerezo, en flor pienso en nuestro amor, siempre será un secreto dentro de un estuche de plata y oro.guardado en un cajón de tu habitación.
Cierro los ojos para sentir tus labios en mis labios, me imagino tu cabeza en mi pecho, mi cuerpo crucificado en tu esencia, amo locamente tu grandiosa existencia.
Las antorchas siempre están entre los dos encendidas por favor reconstrúyeme otra vez.
Manuel Lorente
Seudónimo
Mael Lorens
Reservado el derecho de Autor Marzo 2022