david valencia tobon

En el rincón del mundo Dios te creó 

 

No lo sé de seguro,

acaso en el rincón del mundo

Dios te creó con su lágrima desnuda,

con tu cabello de absoluta penumbra,

tu rostro en metáfora alucinante.

 

Tus senos colmados de vida,

tu abdomen como ritual de susurros

del tiempo vespertino de lo amoroso.

 

Tu espalda, nostalgia de ángeles

que pasearán en tus lunares distantes

y cercanos, igual a constelaciones

que marcan caminos

y hacen ciudades espaciales.

 

Tu cadera, tu vientre,

un oleaje blanco de sensaciones,

sentimientos y evocaciones.

 

Tus brazos, tus piernas,

noche de estrellas inspiradoras,

día sin nubes.

 

¡Ahora ven, acércate!

Con tu cuerpo mojado,

tu cabello ocultando

los excitados pechos

y el ombligo de presagios.

 

¡Ven!, ofréceme tus manos

quiero que palpen a mi alma,

mi ángel en mis labios.

 

¡Ven!, no te detengas,

abraza este cuerpo existencial

y prométele una noche

entre sábanas tibias.

 

Deslizándote,

apretándote hacia mí cuerpo

Deslizándose,

apretándose hacia ti.

 

Vamos a hundirnos

hasta la misma muerte,

démonos muerte misma

con los sentidos encabritados

mientras bebemos: ¡Tequila!,

¡ron!, ¡cerveza!, ¡ginebra!,

aquí, en plena calle de los amores.

Por: D\'Valencia Tobón