En la víspera de un suicidio
se topó con la poesía,
su alma agrietada como vidrio
de un triste cuento parecía.
Sufría bullying a menudo
por su modo de ser sereno
y teniendo como ninguno
un fiel carácter noble y bueno.
No encajaba en la sociedad
y el rechazo se presentaba
en cada calle y boulevard
y en cualquier sitio que pasaba.
Un día una chica lo vio
y le sonrió tan dulcemente
ignorante de aquel dolor
que lo ahogaba fuertemente.
Ella se acercó para hablarle
y él se mostró distante y tímido
mientras descendía la tarde
cubriendo un cielo azul zafiro.
Al llegar a casa pensaba
y se decía mil insultos.
¡No, Por qué no le dije nada!
¿Por qué me hizo así este vil mundo?
Decidido a dejar el juego
optó por quitarse la vida.
Tomó una cuerda y la ató al techo
y para subirse una silla.
Cuando estaba todo dispuesto
se enlazó sin pensar el cuello,
y en un instante, en un destello
recordó aquellos viejos versos...
\"Luz de la mañana
mi amparo y mi guía
dadme el alma sana
entre poesía\"
Se cortó la soga al instante
y cayó al suelo desvalido;
luego pudo recuperarse
y ahora es un poeta Vivo.
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