clandestino_m

La dama de rojo

Inhalas, exhalas, dejas que el humo entre y llene tus pulmones...

¡Oh!, qué fría y gris está noche... 

Noche que se abre como un cofre 

Sedienta de atraparte en sus brazos,

Seducirte, abrazarte, besar tus labios....

 

Entras en un trance, en un juego 

Un juego... donde se pierde el ego

Caes a Merced de su vestido rojo y su piel;

Pálida, fría, pero al mismo tiempo tan cálida... 

Sus labios rojos al igual que su vestido, se vuelven tan atrayentes como un semáforo que guiña obcenamente a media noche...

Despiertas... Perdido, desorientado

Solo llevas consigo unos pocos recuerdos de la noche que ha quedado atrás, más sin embargo no puedes olvidar 

Aquellos labios y aquel vestido que te hicieron suspirar 

Que te hicieron pensar que la muerte es una de las más bellas damas y aunque no la quieres volver a encontrar... 

Nunca la podrás olvidar