Estaba claro que era una hermosa piel y que sorprendentemente se dejaba acacariciar suave y sutilmente.
Algo le decía a ella que esas manos no tenían el afán de seducir,.era algo nuevo que ella no había sentido anteriormente.
En su interior como si pensase trató de halllar la respuesta al porqué de su sumisión a esas manos.porque claramente las mismas no tenían intención de enervarla hasta dejarla lista para el estremecimiento.
Y de pronto le llegó como por gracia divina la asombrosa respuesta que buscaba y quedó al saberla gratamente sorprendida.
El poseedor de esas manos tenía algo que ella nunca había tenido la oportunidad de sentir ni experimentar,y claramente no era un afán seductor lo que las hacìa recorrer su epidermis tan armoniosamente llegando de pronto a una total laxitud al comprender que esas manos no tenían en su interior el deseo sexual al estar en contacto con ella.
Y supo allí lo que era ser acariciada por el Amor y Compasión al mismo tiempo cosa que la llenó por primera vez de una extraordinaria sensación de sana alegría.
Era en sí un hermoso, novedoso y maravilloso regalo que le llegaba envuelto en un estado de éxtasis que esa piel al menos no había sentido jamás en su vida.