DE TANTO QUE LA AMÉ
Ya no sé lo que siento como llama,
no sé si tardará en sanar mi herida,
eres como un dolor que se derrama,
tú eres esa mujer que no se olvida.
Loco me fui quemando en tu mirada,
y te amé así, sin tiempo ni medida,
eras esa ilusión manifestada,
en un hermoso sueño convertida.
¡Tanto amor y después tanto llanto!,
un eterno llorar, esa es mi suerte,
yo por estar prendido de tu encanto,
siento el beso mortal que da la muerte.
Pasé pensando en ti noches enteras,
y todo lo encontraba tan vacío,
esperé tanto que tu puerta abrieras,
pero hallé tu contacto siempre frío.
\"Te amo\", y esa palabra al escucharla,
las cosas que logró hacerme sentir,
si era evidente para qué forzarla,
si no fue cierto ¿para qué mentir?
Oh! No hubo corazón más amoroso
que el pobre corazón que te entregué,
eras para él un sueño tan hermoso,
Y en tu mar de mentiras me embriagué.
Amor que nada pide y nada espera
fui dueño de tus besos sin tenerte ,
está muy triste el día y tal vez quiera,
llenarme del silencio de la muerte.
KIN MEJIA OSPINA