Como un pájaro
volando en lentas espirales,
desataré el nudo de esta asfixia,
de este dintel de insomnio
y de sangre muda,
de piano sin sombra
y luna hereje
para llegar a ti.
Desde este cóncavo norte
que aúlla entre mis sienes,
desde este jardín
que escapa al invierno
y arroja su haz de luz
como fluvial perífrasis
de embriagadoras lágrimas azules,
desde esta ceniza
que arde como nieve
con melífero fulgor de crisantemos
llegaré a ti.
Mírame a los ojos.
Hay golondrinas volando
en la esqula del tiempo,
y en sus picos llevan
la celeste bruma del apregio.
Escucha, ahora,
como la noche habla
con la resonante melancolía
de yunques lacerados;
su manuscrita soledad,
como un cadáver sin sangre,
oculta en su pecho
una orquídea inhumada.
Después, el silencio
como un labio ciego,
como un cuerpo en ruinas.
\"Pájaros de niebla\" (2022)