jorge enrique mantilla

Amores de cantina

Amores de cantina

 

Ando buscando una cantina, donde brinden otros tragos y otros sabores

Y encuentre nuevos y fervientes calurosos amores

Y beber a solas, sin deber ayudas, ni favores

Encontrar otros amores, que no causen lágrimas, ni llantos, ni dolores

Busco una taberna de mala muerte, con olor a licor, que espante en sus hedores

Y encontrar el bálsamo de una bandida ardiente y pasionaria en sus calores

Quiero beber para olvidar aquellos viejos y arrugados errores

Oler nuevas fragancias y otros perfúmenos de las bellas y exquisitas flores

Ando buscando una barra que me aleje de miedos y de aquellos horribles temores

Encontrar otro amor sin chismes, ni habladurías, sin miramientos de sus rumores

Deseo echarme un trago y que escurran por mi cuerpo los agotadores sudores

Ver de cerca queridas, bellas y pasionarios amores encantadores

Y en un mesón de barra bien retirado, que mi alma afligida y triste prenda motores

Y encontrar una damisela sin historias, ni de adefesios y sin las señas de los traidores

Quiero embriagarme y ver otros horizontes claros en sus esplendores

Encontrar una hermosa y ardiente mujer, que con su sola mirada me arrebate y me devores

Ando buscando dónde levantar el codo, la copa burbujeante de los cazadores

Escuchar la alegría risueña de una querida, llena de carcajadas, de anécdotas y de humores

Encontrar una tasca en medio de la oscuridad, el recinto secreto con lágrimas devastadores

Y en medio de la penumbra, encontrar una ferviente amante, sin enaguas de sus pudores

Quiero tomar y libar y que azote mi lánguido cuerpo con sus temblores

Y la primorosa mujer prenda el pabilo de mi llamarada en sus interiores

Echar uno y otro y más tragos y se acaben del estante los licores

Venerar e idolatrar su amor en noches de luna llena y me deje volar en la alcoba de los soñadores

Ando buscando una cantina dónde anide la confesión de los pecadores

Y encontrar la amante, dónde izar y enarbolar la bandera de los conquistadores

Quiero tomar y beber y alejar el miedo y el pánico de los perdedores

Y ver en esa bella mujer, su cuerpo rozagante, el alma de los seductores

Y alejar el pasado de aquella arpía, la horca de los inquisidores

Ando buscando una taberna que acabe estos sufrimientos y dolores agotadores

Emborracharme hasta que amanezca y el ardiente sol me levante de la acera con sus sopores

Deambular como todo un vagabundo, balbuceando melodías de acordes de poetas y compositores

Y escuchar de repente, la fiera que me busca con sus gritos desgarradores y ensordecedores.

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga marzo- 19-2022