Cuando tengas una rosa,
no la dejes de mirar,
dale besos del manjar
que se sienta muy dichosa.
Siempre dile que es preciosa,
haz de poco una sorpresa
que se sienta la princesa
más querida de la casa,
cuenta siempre lo que pasa;
el detalle le interesa.
Nunca arranques su corpiño
con la extrema sensatez,
se muere de timidez,
si la tratas como niño.
No desprecies su cariño,
pues la vida va premiar,
una lección te va a dar,
si te portas inocente.
El regalo está pendiente,
¡no la dejes marchitar!
Samuel Dixon [20/03/2022]