Soy un poeta enamoradizo
por eso cuando amigos me halagan
desde el pie a la cabeza me erizo
y ríos de versos se desplazan.
No osen criticar siquiera una obra
salida de mi mente brillante
capaz de crear hermosas odas
viendo de lejos a las de Dante.
Mi musa es primigenia e insaciable
que Beatríz se queda en pañales;
mi inspiración es inabarcable
como paraísos estelares.
Cada comentario halagador
engrandece cada vez más mi ego,
similar al mismísimo fuego
cuando le echan litros de alcohol
Déjenme volar con mi gran globo
viéndolos desde mi Monte Olimpo,
lejos de sus críticas de lobos
que manchan mis obras de buen ritmo.
La mediocridad se ciñe en ti
como depresión en el suicida,
y quienes te intentan corregir
son los vetados de tu casilla.
¡Cállate indolente desalmado!
Qué vas a saber tú de poética
si no sabes cuidar ni la estética
y no tienes versos declamados.
Tienes razón y no te la niego
mas no me escondo ante lo evidente,
¡como que es la lava tan candente
tal cual la vanidad tuya necio!
Da igual lo que digas compañero
ya que son más los que me secundan
que los que con críticas abruman
y perturban mi cálido cielo.
Mucha suerte aspirante a poeta
con tus sueños dulces de grandeza;
¡que la editorial se apiade alteza
de cada una de tus grandes letras!
W.M®