Desde que comencé a escribir
lo hago solo cuando algo duele
o sé que va a doler.
Desde que llegaste tú
eres antónimo de dolor,
cura de lo que aún no sé
viene a dañarme.
Desde ti,
yo soy mejor que yo,
todos los días,
un poquito más.
Porque desde que tú,
me da más miedo lastimarte a ti
que resultarlo yo.
Por eso perdóname
si con las palabras
me quedo corta,
pero no sé qué hacer con tanto
y el silencio te he dicho más,
de lo que pude decirle a cualquiera
en voz alta.