Hay flores que caen
sin haberse convertido en fruto.
Hay niños que \"caen\"
sin haberse convertido en hombres.
Pero queda en la mente
del que la visto, bien grabada.
Y queda la huella de donde se ha desprendido.
Sí,se ha ido, pero su huella queda,
grabada con lágrimas
en nuestros corazones,
y con lamentos, en nuestra mente.
¡Oh,flor hermosa,
que no te dejaron ser fruto.
Oh,niño precioso,
que no te dejaron ser hombre!
Autor: Bernardo Arzate Benítez.