….cómo será su mirar.
Dime cristiana,
de que color
son los ojos de Dios
…… será cierto que nunca
han llorado.
Como será su mirar
…. mirada intensa,
mirada dura, dulce,
tal vez…. para mí,
tierna, algo compasiva.
Pero, con qué me mire
…. ya tengo.
Podrá ver ….. mi integridad
y sabrá de mí,
de mis intenciones.
No sucumbiré
a su presencia,
me dejaré escudriñar.
Me sentiré protegido,
recordaré, al niño que fui.
Me enseñaron
a punta de besos
a juntar mis manos
y aprender su nombre.
Aprendí,
que su presencia
es real
cada vez que repito
su nombre
y que las noches
fueron más seguras,
sin fantasmas
ni dragones….solo,
ángeles y verdades
que modelaron
al hombre que soy.
Cuanto por agradecer,
cuanto por compartir, pero….cuando!
Mañana,
me inclinaré
ante su presencia,
será lo más real que tendré
para empezar el día.
De por si,
abriré mis ojos
y agradeceré,
por mi,
por los que quiero,
por los que lo niegan,
por los que lo evitan,
por esos niños
sin padres,
por esos
que nunca orarán,
por que no tienen
voluntad, ni tiempo.
Tú y yo
seremos propósito,
Tú y yo
seremos un amanecer,
una plegaria
nos abrirá las puertas,
uniéndonos más
al agradecer.
Cariño mío.
D.R.A.
Carlos H Ojeda Behr