Perseguimos nubes que el viento las aleja,
intentamos atrapar memorias que el olvido las entierra
Pisamos fuerte al andar
Para escuchar,
sentir todas las sensaciones
de nuestro cuerpo.
Fijamos la mirada en la cima de la montaña,
y ya no debemos mirar atrás.
Extendemos los brazos para buscar
alguien a quien abrazar,
alguien con quien compartir,
necesitamos alejar nuestra soledad,
vaciar nuestra mente
de vanos e inútiles
pensamientos
que nos agobian,
manipulan,
engañan.
Ahora es ya el momento de ser fuertes,
ahora ya es el momento de lanzar al mar
nuestras atávicas creencias,
tradiciones bien memorizadas.
Alcemos nuestra vista al sol
y dejémonos cegar por él.
¡Un nuevo mundo empieza a nacer!