El sudor del viñador fue a la tierra y
Ella le dio primero un tallo luego una
Simiente y de allí una vid que se hizo
Racimo de esperanza para su sufrimiento
De entre los viñedos se oyó la palabra
Del maestro: “yo soy la vid y ustedes
Los sarmientos” las uvas fueron a la mesa
Los vasos rebosaron colmando la pobreza
El trigo ondea en los campos de mi pueblo
Se hace masa en las manos de nuestro sueño
Abuela traza una cruz con un simple gesto
Es la cena del Señor Vino y Pan nuevo.