La primavera
llegó con sus colores
encantadores.
Llegó y llenó
los campos de alegría
y de sonrisas.
Por todas partes
las flores ya despuntan
en la arboleda.
¡Cuánta ternura
se ofrece a nuestros ojos
con poesía!
Y es que las flores
son versos encarnados
que nos regala.
Tras largo invierno
despierta, con su gracia,
la primavera.
Hoy sigue el viento
dejando sus silbidos
del sudoeste.
Hoy los cencerros
y esquilas del ganado
siguen cantando.
Y tú prosigues,
gozando de la vida
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/03/22