Viajes lejanos se instalan
y nuestra mente les traza un camino
hay escenas variadas condensadas
brotan y espejean en la cama.
Escenas placenteras sencillas
florecen y las recorremos
magníficos colores se arraigaron
y nos tallan una película nítida en la mente
sin explicación alguna la palpamos.
Convergen escenas de la infancia
nuestro interior se conmueve:
risas, juegos, amigos, lluvia,
se hicieron inmortales, se detiene
la escena semilla de felicidad.
En un segundo las volátiles imágenes
desprenden nuestra crisálida
son esas escenas que no han cambiado
y reposan estructuradas en nuestro torrente,
al sacarlas y hacerlas vívidas
se reconcilian con nuestra pesadumbre
son un bálsamo a la prisa, al panorama aturdidor
y por un instante nuestra ánfora sagrada
nos suspende sin darnos cuenta de la cama.
¡ VIVIRLAS ¡
Lale Neda ©