tú te despiertas temprano, pero
te cuesta mover el cuerpo
que se resiste a salir de la cama
te pones de pie y el suelo tiembla
te sostienes a la pared, pero
la pared también tiembla
bajas las gradas que tiemblan
te preparas el café de la mañana
el grifo parece estar atascado, pero
se abre y llenas con agua
la cafetera que tiembla, pronto
el agua hierve dentro de la cafetera
la lata del café tiembla
el tarro de azúcar tiembla
la cuchara con azúcar tiembla y
deja caer un poco de azúcar al suelo
la taza con café caliente tiembla
queriendo soltarse de tu mano
la meza no tiembla, tampoco
la taza que ahora está sobre la mesa
tus manos son las que tiemblan
también tus dedos, tus brazos
tus piernas y tus pies
lloras de frustración y miedo
por ese temblar que gobierna
tu cuerpo en contra de tu voluntad
es sólo el principio y tristemente
no hay respuestas a ¿por qué a ti?
¿por qué ahora? o ¿cuánto tiempo?
tú lloras cubriéndote la cara
con tus manos trémulas
el café se enfría, se queda a un lado
igual que esas cosas que se quedan
sin hacer, sin realizar o ya no importan
Febrero fue un mes triste
él comenzó con un día gris de
vientos volubles y frío intenso
él al llegar te vio débil, llorando
en tu cama y te vio perdiendo la fe
el sol sonrió muy poco y
lloviznó casi todos los días
a mí me pasó lo mismo