-¿Quien sos vos realmente?
-No lo sé...
-¿Acaso sos feliz?
-Tampoco lo sé...
¿Entonces que tenes?
-Quien sabe, quizás me he resignado tanto al amor, al cariño y a todo lo que se de fuego y piel y la costumbre a la soledad me este cobrando el tiempo que viví en ella. No es que extrañe el estar solo, el silencio, el agua, el frío, la sombra y el viento, solo es que.. tengo miedo. Bien sabes tú del amor y comprendes que si no es de a dos no existe.