Camino bajo una tenue luz estelar,
La sombra de la noche me acompaña
Y me abraza como un indefenso.
El viento me susurra al oído:
- Ella espera a por tí, ansiosa por tu ocaso.
- ¿Ella quién? Me atreví a preguntar.
- Una vieja amiga. Me contestó Con tono a burla.-
Supongo que es tiempo de emprender un nuevo viaje.
Sigo caminando solo en la noche,
La oscuridad cae sobre mi, más y más,
El viento sopla cada vez más fuerte,
El frío me cala en los huesos,
No veo salida ni horizonte,
No veo de dónde vengo,
No veo hacia donde voy.
De nuevo me habla el viento:
- Allí está, es ella ¿No es hermosa?
Comenzó a reír con ímpetu.
- No me quiero perder este encuentro
Con aquella, mi vieja amiga.
Le contesté con sarcasmo.
Se siente el ambiente lúgubre,
Una extraña sensación
se ha apoderado de mi.
Tengo un poco de miedo,
Aunque parece ser inocuo.
Espero que me invite un trago
Para relajarme un poco.