Seydel

Dios me ama

La vida me trató mal,

pero Dios me dió unas manos

y cada vez que caí

con ellas me sacudí

me puse en pie y seguí.

 

Hallé en mi camino piedras,

pero Dios me dió unos pies

que siempre que tropecé

resistieron la embestida

y aqui estoy de pie erguida.

 

Hubo personas que amé

y me dejaron sin luz

pero Dios me dio unos ojos

que se adaptan enseguida

y hoy puedo ver más allá.

 

Aprendí desdde pequeña

que hay que amar lo que se tiene

Dios me dió la inteligencia

para no aferrarme jamás.

 

Gracias Dios por darme tanto

Hágase tu voluntad.