Te extraño más que ayer,
más que las lágrimas
del pasado y el futuro
unidas en una sola gota.
Te extraño sin decirlo;
gritándolo en silencio.
Aullando con la mirada,
rugiendo con el corazón.
Te extraño sin extrañarte
porque en la intemporalidad de mi mundo
nunca nos fuimos,
seguimos sentados,
mirando el cielo infinito.
Te extraño, porque sin ti
la vida es como un péndulo
qué va, pero no regresa.
Te extraño, simplemente te extraño,
como un calcetín
que perdio su par.