Mujer sublime, gran dama.
Sembró semillas de amor.
Con nombres, hoy tan diversos.
Cómo pétalos de flor.
Ana María fue el roble
Llena de gracia y de sol
Con la mirada profunda
Buscando el verdadero amor
Chuy fue su brazo derecho
María de Jesús se llama
Segunda madre de todos.
Asumió con energía, el reto que su madre le dejara.
Toña ha ido adelante
Con su esfuerzo y con valor
Le pido a Dios que la guarde
Y la llene con su amor
Lucha rama de ese roble
María de la luz su nombre
Le tocó mantenerse firme en el corazón
Lupe infante inocente
Sin cobija quedó
Llegó otros brazos
Sublime gracia
Dos gerberas brotando
Llenas de amor
Celia con un matiz
Prisma de color cuál diamante Dios la pulió
La más pequeña cuál valor incalculable
El criador la lleno de gracia
Cómo el Jasmin desprende su olor
Yolanda desprende su amor
Gloria triunfo Ana María porras Olivares
Sus semillas dejo
Germinando nuevos retoños
Sublime generaciones
Dejando recuerdos el creador no se olvidó
Da de gracia lo que de gracia recibiste
Que te ama el creador