Amor, por un segundo
volteaste hoy hacia mí;
los cielos se iluminaron
humillando la oscuridad,
el tiempo se detuvo
y saboreamos la eternidad.
Amor, por un segundo…
si supieras cuanto he esperado,
como mar a la gaviota,
para poderle entregar
los peces de caramelo
que luego la harán regresar.
Volteaste hacia mí,
como tierno girasol;
nos miramos cara a cara,
con ojos de reencuentro,
en ese segundo de amor.
Si ese segundo fuera minuto,
el minuto fuera hora,
y la hora fuera día...;
anidaríamos los cielos
y el tiempo no existiría.
Si supieras Amor
cuanto te he llamado…
floreciendo amaneceres,
madurando primaveras;
en tus muchos renaceres.
Sin ti, soy como gota
alejada de su mar,
esperando, siempre esperando
que una nube tricolor,
obligada por tus suspiros,
me precipiten en tu corazón.
Amor, ¡volteaste hacia mí …!