Somos la sustancia del Universo, hasta ahí estamos de acuerdo, y aunque estamos hechos de piel hueso agua y alma me siento hecho de madera, flotando en el río de la vida dejándome arrastrar por la corriente del tiempo, temblando cuando veo que pronto llegaré a la mar, allí perderé la corteja de mi espíritu, sé lo roera el salitre, como si fuera ácido sulfúrico, quemando mi existencia para acabar enterrado en la arena de una playa desierta donde tendré como vecinas algas conchas rotas y plástico.
Malditas olas que no paran de chocar una y otra vez contra mi rompiéndome poco a poco, desmembrando mi cuerpo. Que tonto e infeliz fui, al creer en tus palabras cuando me dijiste que yo no me ahogaría jamás porque sabía flotar hasta en aguas muy profundas, que no tuviera nunca miedo a ninguna corriente, que navegaría sin parar y vería el Mundo muy diferente.
Manuel Lorente
Seudónimo
Mael Lorens
Reservado el derecho
de autor Marzo 2022