Vino la tarde
anunciando el jolgorio de la noche.
Y la noche
luciendo sus luces cantarinas
acabó en un silencio sepulcral.
Los sueños
invadieron el alma de las gentes.
Y las nubes del cielo
ocultaron la felicidad de las estrellas.
Todo se tornó oscuridad y silencio.
Y el nuevo día
se presentó colmado de esperanzas.
Francisco Flores Martínez