Aumentan ahuyidos violetas. Han yovido
piedras sobre nuestros nidos y cabezas.
Deletreo los versos. Nunca nada olvido.
Y todo roto, perdido? Delata la carencia
estar tan cerca del abismo. La ausencia,
me devuelve la brisa esa sonrisa sincera,
una caricia de la hierba: es la primavera,
que empieza con fuerza, nace en la flor
y la decora. Pintas fuxias, aplica pintura,
cambia su forma. Hacedora del amor
el alma de la Luna palpita bajo la tumba.
La injurian, desean lapidarla. Pero no.
Apunta cada palabra que algo susurra.
Sentencia: albina, la piel del día, el Sol
que seca la pena, el pasado en pizarra.
Orguyo escapa. Consulto las leyendas
grabadas en esta espada de madera
cuya hoja moja la roja hoguera. Amarra
alma a la materia, y que jamás se vaya
fuera. Duerma la loba a falta de presa,
eya sola la selva entera, fiereza mansa
descanse hasta ser estreya, yamarada,
mi tregua pasada la bataya por la Tierra.
Deshechos, calaveras huecas, estrechas,
me resbalan: retirada! Dista la marcial
disciplina. La manzana de la codicia,
mordida, la prohibida droga mas letal.
La norma triangular de igualdad está rota:
morirán aristócratas, y los de encima
caerán de las alturas (mútuas discordias)...