Que no acabe lo que acabar tú podías,
por el arte de mi voz y por mis días,
por el sueño que suscita los latidos,
por licencia de momentos tan fallidos,
por el gozo de batallas y agonías.
Por tus labios que dan vida con virtudes,
yo te quiero para siempre, no lo dudes.
Es tu amor la plataforma de la vida
con las aves yo te entrego mi guarida
para que vivas contenta y me saludes.
Por tus manos y caricias que tú tienes,
hoy te digo que te quiero sin retenes.
En mis versos yo te alabo y te decoro
y mi pasión es tu pasión y el tesoro
es la puerta de tu pecho y de tus sienes.
Por tus ojos tan contentos doy claveles,
son mis faros que conducen mis troqueles
y la sombra de mi mente con derecho.
Yo te llevo aquí vibrando por mi pecho,
de tu vida ya es mi vida con las mieles.
Por tu cuerpo que en mi cuerpo se resalta,
en el lecho del deseo ya eres alta;
yo me rindo a tus caderas y a tus pies
y las rosas van marchándose al revés:
tú, tú eres todo, todo lo que me falta.
Samuel Dixon [25/03/2022]