Hay momentos en la vida,
Que en un laberinto estamos,
Con algo que te hipnotiza,
Y no nos deja alejarnos.
Es esa emoción que aviva,
Aunque no sea adecuado,
Que por ratos da alegría,
Y por otros no avanzamos.
Que sería de la vida,
Cuando a todo le escapamos,
Si todo bien nos saldría,
No tendría que enseñarnos.
No saldría poesía,
Pues desde el alma lloramos,
Únicamente con dicha,
Nuestras fibras no tocamos.