“Hoy me quedé con ganas de acariciar tu cansancio”
-me dijiste.
Hoy te ofrezco mi cansancio para que lo acaricies,
la mirada muda y mis ojos apagados
que buscan en el horizonte, tu rostro
cansados de esta ausencia que mata.
Te ofrezco mis manos cansadas
que no pueden tocarte, acariciarte,
te ofrezco mis palabras que dicen tu nombre
que besan tu nombre, en mis labios, santo.
Te ofrezco mis labios, pintora de sonrisas
para que dibujes en ellos, la tuya
que te acerca a mí y ya no hay distancia.
Cuelga en mi cuello tus ganas y…
ya no habrá más cansancio.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua-Nicaragua
20/03/21