Rafael Elias Huerta

No te imaginas

Cuando apenas anochece desearía ser

esa luz pequeñita que alumbra tu dormir,

ese resplandor de girasoles

que se mecen con el viento del verano;

revivir esos desvelos pronunciados

y escuchar el viejo campanario

que invitaba tempranito despertar.

 

No te imaginas los inviernos padecidos

tomado de la mano del ayer, el agobio que se mofa

de mis noches magras, de mi ropa mojada

y de la interminable, e inagotable sed.

 

No cabe duda, todos los momentos de alegría

tocan a la puerta de la casa

cuando no estoy, cuando la ausencia

se postra en el sillón del corredor y vos,

imperturbable,

permites que los hilos de la brisa entretejan

esa vieja melodía que pronunciabas.

 

Es de madrugada, las horas caminan despacito,

son las cinco de la mañana y apenas amanezca

el sol me alumbrará con ese modo tan suyo

y vos, con esa ternura creciente me observarás

desde tu ausencia

y susurraras al silencio, buenos días corazón.

 

Las hojas donde escribo se terminan,

los días pasan, la nostalgia enreda en mi pluma

tu recuerdo cuando todos,

todos los silencios te pronuncian y mi alma,

mi alma sin saber por qué

no para de escribir.

 

 

 

Autor…reh