Antonio Gonzalez Sanchez

BUSCADOR INFATIGABLE

Buscaba, leyendo en los libros,

salir de las rejas de la ignorancia.

Quedó atrapado en el mundo

de la creación literaria.

Se  complicó los ajetreos y reveses

que encierra la vida cotidiana.

Rondaron su cabeza  miles de versos,

todos quedaron ocultos bajo la carcasa.

 

Poesías hirviendo en la lengua del silencio

 golpeando por salir; pero aprisionadas

en la profundidad de los pensamientos,

destrozando su mente por no ser liberadas.

 

Quiso  transformar las obligaciones

en libertad creadora y trabajada,

y durmió entre papeles y cartones,

pasó miserias por no vender nada.

Estrujó a fondo su imaginación

perdió su familia, destrozó su alma.

Buscaba en las formas indefinidas

de una estrella resplandeciente y lejana,

el dibujo de un cuerpo femenino;

encontró una estrella fría y apagada

en forma de triángulo invertido

que se clavó en su mirada.

Quiso tender un puente de madera

sobre un extenso río de lava

para unir las generaciones

que el tiempo separaba.

 

Buscaba en la oscuridad de la noche

el sereno amanecer del alba;

le levantó, sobresaltado y asustado,

un escandaloso despertador de campana

arrastrándole al duro trabajo diario,

expulsándole del sosiego de su casa.

Quiso disfrutar de la intensidad de la vida,

cruzó esquinas, atravesó muros en sus andanzas

y cayó en el barrizal de  la droga,

inmerso, atrapado en sus garras,

conoció detenciones, expulsiones, prisiones.

Añoró la libertad soñada.

 

Todo quedó en una inútil pretensión

 de madurez anticipada.