Pluma de Fuego

Sinfonía

He escrito en mi pentagrama,

Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.

Sí… te amo, sí te deseo, Sí a toDo

haré un recital, una presentación,

un concierto en un festival,

un dúo; tú y yo.

 

Instrumentos de cuerda,

afinados,  tus cabellos,  he de acariciar;

como el arpa, la lira de Apolo

o el piano de Mozart,

cada cuerda, cada tecla,

cada parte de nuestros cuerpos hemos de gozar.

 

Guitarra, violoncello o violín,

destilarán hermosas melodías,

sonoras como el eco sin fin,

cuando en tus oídos resuene

la musicalidad de mis versos

enamorada, embelesada, apasionada,

rendida a mis acordes brazos para ti, te entregarás;

en una escala de sensaciones al compás, te deleitarás.

 

Instrumentos de viento,

el sonido agitado de nuestros alientos;

sonará como acompañamiento,

al extasis  lujurioso del  momento,

no existe contratiempo, ya sea la noche fría,

blanca, negra, redonda, larga, corchea

o semicorchea, nos calentaremos juntos

cual si fuésemos una cálida chimenea.

 

Gemidos, como rugidos de leones

haremos temblar con suspiros

pasillos, paredes y habitaciones,

el resto de salones, incluso balcones;

aquel  afrodisíaco escenario,

lo componen una cama y un armario,

anotando en las sábanas,

la partitura de nuestras  pasiones.

 

Dulces pasiones, como flautas,

liberando nuestras almas de pecado,

dejándolas impolutas;

en espectacular auditorio,

o íntimo teatro, que no puede ser mas

que el testimonial dormitorio.

 

Instrumentos de percusión sonarán,

cuando la partitura alcance

la nota más aguda retornando a la grave,

al punto de excitación,

que de tu cuerpo sé tocar,

en cualquiera de las claves.

 

Los címbalos retiñirán,

al fundirse nuestros labios,

tras hacerlos vibrar

en ósculo prolongado,

clausurando magistral concierto;

uno, como nunca antes  habíamos interpretado,

quedando Director y Orquesta completamente halagados.