Tornad esa blancura en color violeta,
ese color de púrpura a las rosas;
Tornad tu alma en llamás luminosas
aparta tu alma del cuerpo que os condena.
Tornad a ser de las brillantes estrellas,
de esas vibraciones tan deleitosas;
y esa luz de gracia, que quejosas
están para guiarte y ser parte de ellas.
Tomad su amor y acepta su belleza,
el saber y el ingenio es un arte;
la pureza es el don de la grandeza
y la humildad es el don para liberarte.
¡Ah, los bienes materiales y a la ciencia
no ofrezcas nada a ambas partes,
para así no reencarnar en otras partes
en otros planos falsos de existencia.
Lejos de la conciencia y de su realidad,
vuestro ser solo, que no es humano;
llega con sabiduría alcanzar la verdad
pasando a morar en segundo plano.