Tengo que irme de ti.
Tengo que encontrar la forma
de que no me duelas,
de que no me mates.
De que tus palabras
no laceren mi carne,
y tu indiferencia
no se clave en mi alma,
que la herida que más duele,
es aquella q no sangra.
Tengo que arrancarte de mi
y no sentirme culpable
de no poder aguantar tu peso
ni el peso de la culpa que me echas
y que me cubre, en la que me ahogo,
la que igual que el fango me atrapa,
la que me engulle y me traga.
Perdoname o no,
eso lo que tú veas,
pero tengo que irme.
No te dejo porque yo quiera.
Me voy porque si me quedo me muero
y tengo que elegir,
entre vivir sin ti,
o morirme contigo.
No soy perfecta, nunca lo he sido
pero no creo que te haya fallado
tanto como me dices.
He hecho cosas que no te han gustado,
me he reído con gente que odias,
pero también he hablado con cocos
que te has follado ignorante de mi, claro.
Estar contigo así es una agonía.
No me fío, no puedo fiarme.
Sabiendo lo que has hecho,
sabiendo como has sido...
No te creo, ni vas a esperarme,
ni vas a respetarme.
\"AGUANTA\" me dijo al despedirse tu padre.
Imposible, no puedo,
no me fío, no te creo.
Piensas que por venir dos veces
cuando he estado mal
te tienes ganado el cielo
cuando sabes que viniste
más por compromiso
que por otra cosa.
Te viste obligado y punto.
Ya te he dicho que no vuelvas
si esos supuestos se repiten.
No quiero que vengas.
Yo de momento, no tengo intención
de ir dónde estés a verte.
Voy a dejarte tranquilo,
solo o eventualmente acompañado.
Como sea que estés
no voy a ser ni lastre,
ni incordio, ni preocupación,
ni condicionante...
Quieres irte, pues vete,
no seré yo quien te impida.
Si es tu sueño, si es lo que quieres en tu vida, adelante,
pero yo no puedo acompañarte,
y no me voy a quedar sufriendo
esperándote.
Si quieres irte, vete.
Yo también voy a marcharme.