Ben-.

Ruinas-.

Yo del hombre no quiero saber más que su ruina encefálica

la planeza de sus atisbos volteados inmateriales imanta

mi capa freática llena de frenos y brumas orquestales.

Del hombre me apasiona por ejemplo el polo opuesto

de su indecisión anti dogmática, la profusión de helados

que el conjunto obliga a lacerar diametralmente.

Y en esa incertidumbre de los huesos he vivido toda mi vida

metido, hasta el tuétano. Mis labios no eran sino sólo una versión.

©