Un día no es nada,
un simple segmento,
corto lapso de tiempo.
Momento de sol a sol,
continente de pretextos.
Un día de vida en noche,
madrugada sin alba,
oscuridad sin estrellas,
albergue de soledad eterna.
Un día en la vida...
uno más de ellos,
donde al despertar
no se amanece
y en el dormir
no se descansa.
Sucesión de vacío,
en el silencio extremo.
Días de nada y sinsentido,
días apáticos de olvidos.
Ensoñación sin esperanza,
abismo atroz...
habitat de fantasnas
de inmensa letanía
que fustiga.
Y fuiste tú,
mirada de primavera,
que trajo sol
a la mañana nueva,
dimensionando días
y abrazando noches
de sueños y entrega.
de amor sin fronteras.