Como no somos un pueblo de idiotas
vamos a tirar los televisores
con sus respectivos presentadores
y con los tertulianos en pelotas.
Después usaremos nuestras garrotas
y les zurraremos a los actores
pues son los actuales gladiadores
que declaman proclamas boquirrotas.
Yo he tirado el mío, y es evidente,
ya que ha producido una gran explosión,
asustando a los vecinos de enfrente,
todos sumidos en la programación …
… ¡Habrá que tirar al televidente!
(reo cautivo de la televisión)