Y por si acaso olvidas, te recuerdo
que aún corre tu ría por mis valles,
que sigues nadando en diez mil detalles
con diez mil silencios que yo me muerdo.
No sé si te enteras que no hubo acuerdo
que mi mente es torcida aunque batalles
que sigo vagando las siete calles
rompiendo versos, cabizbajo y lerdo.
Debiste negociar con este muerto
no pasar despistada por su tumba
debiste de bailarle alguna rumba
cuidarlo de los lobos del blasón.
propongo que salgamos de este entuerto
ya sabes, 😉
te espero en el puente Antón.