Regis Goncalves

Zorzal en la tarde

ZORZAL EN LA TARDE

 

En la tarde residencial

concreta

del complejo popular

el cerco urbano de ruidos

se rompe en un solo hilo:

el trino

de un zorzal.

 

El canto-sorpresa

no declina

la garganta donde yacía

aprisionado

en el ocaso del sol.

Pero basta su filtro

estilete de limpidez sonora

para implodir la arquitectura

y la armadura

del pecho.

 

Manera

con que el zorzal dilacera

fibras

de la tarde dominguera

con su canto

más que improbable.

 

Porque libre

el canto

conteniendo el zorzal cautivo

no se restringe

a solo ese momento

ni el zorzal

a sus accesorios: pico

uñas y plumas.

 

Es memoria de todo lo que enumera

el bosque

el arroyo

la infancia

origen de este deseo

aunque no sea un secreto

ese bucólico eco.

.

Recuerda el zorzal

soledad. Mas reconstruye

y devuelve al tiempo

el oro de su peso

llenándolo con el gorjeo

que desata

el nudo del cordón:

un grito

a desaguar

de esa garganta el bordón.